El Centro de Experimentación y Capacitación Forestal situado en la pedanía cazorleña Vadillo-Castril, en pleno corazón de la Comarca Sierra de Cazorla, ha sido el marco elegido para el curso dirigido a guías de turismo activo 'Prevención de Riesgos en Actividades de Turismo Activo y Educación Ambiental en Montaña'. Su organización ha corrido a cargo del Plan Andaluz de Formación Ambiental y la ADR 'Comarca Sierra Cazorla'. La cantidad de solicitudes presentadas para participar dejó patente su importancia en la formación continua de los guías de turismo activo. Sólo 20 de las 150 pudieron ser finalmente atendidas.
La acción formativa comenzó con la ponencia de Alberto Áyora, teniente coronel de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, que destacó la importancia de los accidentes producidos por la interacción entre los peligros latentes en el sistema y los errores del ser humano. Como representante de la sección de rescate e intervención en montaña (SEREIM), fue tajante al recordar que «el riesgo cero en la montaña no existe». Se abordaron temas de responsabilidad civil y penal, movilización de medios, aspectos de seguridad y rescate, mencionando el helicóptero como aparato aéreo que interviene en los operativos.
Por su parte, Manuel José Garrido, coordinador del servicio de emergencia 112 en la provincia de Jaén, explicó el funcionamiento de este servicio público que atiende más de seis millones de llamadas de alerta a lo largo del año
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