Cuando no hay nieve hay barrancos secos para entrenar.
Ubicado casi en la linde entre dos parques naturales y los limites de dos provincias de Andalucía, se encuentra el Barranco de Tunez.
Dejamos nuestro vehículo junto a los tubos, preparamos todo el equipo y material y "andando". Pasamos la pasarela y comenzamos a el sendero a la otra orilla mirando hacia arriba y soplando, entendemos que el desnivel es duro, pero mecerá la pena. Hemos llegado al cortijo de la Puerca, aquí tomamos a la izquierda dejando al margen las huertas tipo "terrazas" hasta que comenzamos un vertiginoso descenso que nos llevará a la cabecera de Barranco de Tunez.
Nos colocamos correctamente todo el equipo y el material, realizamos un check list entre todos, para detectar algún error " todo listo". Comenzamos con un rapel guiado a cuerpo, Jesús y yo no llevamos neopreno y no nos queremos mojar. Continuamos nuestra progresión horizontal entre grandes caos de bloques que hacen que le progresión sea dificil y tengamos que montar algunos destrepres y rapeles autopoleados. Así llegamos a los grandes rapeles de este barranco que contando con una cuerda de 70 m y una cuerda auxiliar de 40 metros no dan ningún tipo de problema.
La actividad la acabamos con dos horas de sol que hacían que volviéramos a casa muy satisfechos de haber realizado el barranco sin problemas.
